Hace unos días analizábamos cómo había ido cambiando la literatura en primera persona y los motivos que llevaban al escritor a realizar este tipo de literatura. Así hicimos una vaga mención a los selfies, y los describíamos como: "la espectacularidad del yo", es decir, este tipo de literatura es una forma del autor de reflejarse y espectacularizarse a sí mismo.
No nos queda ninguna duda, de que la intención del selfie es la misma que la de esa literatura en primera persona. Las personas, desde el principio de los tiempos, somos egoístas por definición, pero ¿lo somos ahora más?, ¿es por esto que han cobrado importancia los autorretratos?
Ahora mismo vivimos en una sociedad en la que sacarnos una foto en un sitio especial cobra más importancia que vivir una experiencia en ese mismo lugar; se fabrican móviles con cámaras internas más potentes que las externas, palos para hacernos fotos a distancia, pantallas enormes para que todos nos veamos bien, incluso hemos escuchado noticias de gente que se ha matado cayendo por un barranco por conseguir el selfie más espectacular. Nosotros queremos ser los protagonistas, dejar constancia de que pasamos por allí al precio que haga falta. Y, desde luego, si alguien ajeno a todo esto viniera a vernos desde fuera, quizá se plantearía si realmente somos la especie más avanzada de este planeta. Los humanos somos capaces de crear en nuestra mente los avances más espectaculares y los entretenimientos más absurdos; de inventar genialidades para utilizarlas a nuestro antojo; y sobre todo, de ser protagonistas tanto para lo mejor como para lo peor. Pero quizá tener capacidad de raciocinio se trate de esto ¿no?
Alba Ruiz.
No nos queda ninguna duda, de que la intención del selfie es la misma que la de esa literatura en primera persona. Las personas, desde el principio de los tiempos, somos egoístas por definición, pero ¿lo somos ahora más?, ¿es por esto que han cobrado importancia los autorretratos?
Ahora mismo vivimos en una sociedad en la que sacarnos una foto en un sitio especial cobra más importancia que vivir una experiencia en ese mismo lugar; se fabrican móviles con cámaras internas más potentes que las externas, palos para hacernos fotos a distancia, pantallas enormes para que todos nos veamos bien, incluso hemos escuchado noticias de gente que se ha matado cayendo por un barranco por conseguir el selfie más espectacular. Nosotros queremos ser los protagonistas, dejar constancia de que pasamos por allí al precio que haga falta. Y, desde luego, si alguien ajeno a todo esto viniera a vernos desde fuera, quizá se plantearía si realmente somos la especie más avanzada de este planeta. Los humanos somos capaces de crear en nuestra mente los avances más espectaculares y los entretenimientos más absurdos; de inventar genialidades para utilizarlas a nuestro antojo; y sobre todo, de ser protagonistas tanto para lo mejor como para lo peor. Pero quizá tener capacidad de raciocinio se trate de esto ¿no?
Alba Ruiz.